Innovación №17: Utiliza metodologías ágiles para innovar.
Mi amiga Laura es directora de Innovación en una empresa de servicios financieros y normalmente tenemos la costumbre de hacer catarsis cada cierto tiempo para liberar estrés, pero también para actualizarnos y compartir ideas.
Ella me platicaba que estaba muy cansada del comentario “lo necesito para ayer” porque sentía que era un poco subjetivo que la empresa le pidiera a ella agilidad cuando la organización como un todo no se preocupaba por serlo. Laura ha estado trabajando fuertemente diferentes metodologías para agilizar la ejecución, pero aún así el proceso de consolidación era lento.
Una de las cosas en las que Laura y yo estábamos de acuerdo era que cuando estás implementando agilismo cada quien tiene que asumir su parte del pastel y Laura me decía algo muy cierto “…si tienes un organigrama y cada parte del proceso operativo de la organización tiene un equipo pues lo más obvio es que esos equipos también se preocupen por implementar agilismo…” pero no sucede así en las empresas, al área de innovación se le pide ser ágil pero la junta directiva dura tres meses en aprobar un proyecto.
Le comenté a Laura que lo mejor que podría haber hecho yo fue definir la metodología ágil dependiendo del momento de la idea y que me ha funcionado bien pero que también como recomendación el resto de la organización debe asumir su responsabilidad para que sea una ejecución más horizontal.
Agilidad es el sabor del mes. Hoy más que nunca la capacidad de adaptar los procesos al contexto es una medida de supervivencia, y en los últimos 12 meses hemos venido adaptando este concepto de agilidad a nuestro proceso de innovación con grandes aprendizajes y hay uno que nos está dando muy buen resultado y quiero compartir: Definir la metodología dependiendo del nivel de madurez de la idea.
Creo en el Design Thinking como una herramienta muy poderosa, sin embargo, también tiene una gran oportunidad respecto a las entradas y las salidas de cada etapa, por eso las personas y empresas lo usan de distintas maneras.
En el transcurso de los años he aprendido que existen dos metodologías que viven dentro del DT con entregables claros: Design Sprint y Lean Startup. Cada una de las metodologías tiene herramientas claras para la etapa en la que estemos.
Por ejemplo, en el tema de innovación en empresas de retail, consumo masivo y tecnología en los últimos años la administración de proyectos tradicional ha sido superada por metodologías más prácticas y más ágiles porque en vocabulario del PMI éstas han tenido la capacidad de crear métodos sencillos con resultados en menos Tiempo y con menor Costo sin modificar el Alcance.
En mi caso hemos tenido que adaptar nuestro proceso de “Stage & Gate” para ser más ágiles y hemos hecho un “Franky” dependiendo del nivel de madurez de la idea utilizando dos metodologías: Design Sprint y Lean Startup.
Design Sprint nos funciona muy bien en S&G cuando el equipo no tiene una solución al reto de innovación, y tiene que crearla desde cero desde la construcción de la idea partiendo de una exploración para identificar insights relevante que generen nuevo crecimiento. Sin duda un proceso de 4 días que te permite generar posibilidades y cerrar con algo tangible como un prototipo puede tener un grandísimo aporte en competitividad.
En el caso de Lean Startup, es la metodología idónea cuando tienes una solución y debes probarla en el mercado para validar las hipótesis de valor para luego enfocarse en escalamiento. Aquí iterar de forma real en tu segmento o mercado te permite desechar supuestos que dabas por hechos, esto es muy poderoso especialmente para empresas altamente jerárquicas donde las ideas radicales se posponen por falta de información.
Otra lección que debemos tomar en cuenta es que Agilidad no tiene nada que ver con Rapidez, esta confusión se está dando mucho en las empresas. En el caso de Lean Startup agilidad tiene que ver más con experimentación efectiva que con rapidez y en el caso de Design Sprint tiene que ver más diseño de soluciones de impacto en el menor tiempo posible basadas en exploración.
La agilidad en ejecución tiene que ver con productividad que se enfoca en resolver lo que genera valor y desechar lo que no, o al menos priorizar lo que impacta realmente desde tres perspectivas: siempre centrarse en el usuario, capacidad de adaptarse al contexto y la cultura de colaboración o equipo.
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